domingo, 5 de mayo de 2013

A celebrar…

celebracion 01celebracion 02Un nuevo cambio de ropa para la recién estrenada Reina Máxima, esta vez un traje en tul vino tinto con aplicaciones sobrepuestas plateadas y grises, gran chal a juego y pendientes de color granate; unas simpáticas capitas para las princesas de la familia, algún refrescamiento en el atuendo del Rey que ha cambiado el rigor del frac por el, un poquito menos riguroso, esmoquin negro con corbatín de terciopelo negro y la gran celebración del momento histórico empieza. Un evento que, dicho sea de paso, fue más bien discreto. Un paseo por el rio IJ, el más grande de la ciudad, del que se desprenden los famosos canales y luego, una ocasión más para comer “en familia” (estos príncipes sí que ahorran viáticos en sus viajes) en la cena de gala para celebrar la investidura, un evento de carácter más bien privado del que trascendió poca información y que se celebró en el moderno Muziekgebouv, o Edificio de la Música, un impresionante auditorio situado en el lado “moderno” de la ciudad.
celebracion 03celebracion 04celebracion 05De nuevo, Letizia, Princesa de Asturias, se anota un sobresaliente: repite el vestido azul marino que llevó en el 60 cumpleaños del Príncipe Carlos, un favorecedor modelo asimétrico en muselina de seda, melena suelta y pocas joyas. Termina el viaje con excelente calificación. Mette Marit, Princesa de Noruega se reivindica, un traje de chiffon verde aguamarina, bolero de piel y sandalias doradas de bajo tacón, le dan la buena pinta que no ha logrado sacar en los dos días anteriores. Mary, Princesa de Dinamarca, repite vestido rojo con amplios volantes en la falda y calza altísimos tacones dorados para regresar a su estatus de princesa bien trajeada. Victoria, Princesa de Suecia, estupenda con un ceñido vestido de seda y lamé dorado, torera de piel y accesorios dorados, está de lo más exuberante. Matilde, Princesa de los belgas, muy bien, en una creación de color nude con sobrepuestos de palletes y gasas, bolso barroco a juego y altos tacones color beige. La Jequesa de Qatar, en oro y rosa suave, siempre con su turbante y así, todas muy bien acompañadas por sus príncipes azules, que visten diversas versiones del clásico esmoquin negro con el que realmente lucen reguapos.
La fiesta ha llegado a su fin. Dos días de intensas celebraciones en las que el pueblo holandés se ha sentido arte y parte, saliendo a las calles para festejar a Guillermo Alexander y Máxima, la mujer que, sin duda, es la vida del nuevo rey; una argentina que fue duramente criticada por ese mismo pueblo que hoy la considera una profesional intachable. Su pasado, el de su familia (ausente de estas y todas las celebraciones de la casa, debido a la colaboración del padre de ella con la oprobiosa dictadura de Videla en su natal Argentina) y cada paso que ha dado desde hace diez años, ha sido cuidadosamente escrudiñado en busca de una razón para no quererla. No lo han conseguido, hoy, al momento de cumplir con su destino, SAR Máxima, La Reina Consorte de los Países Bajos, es el miembro más popular de la Casa Real Holandesa. Su sonrisa, su trabajo y  su saber estar, deben culparse por ello.

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