martes, 13 de agosto de 2013

Luto en palacio


"Su Majestad el Rey tiene la tristeza de anunciar que Su Alteza Real, el príncipe Juan Friso Bernardo Cristián David, príncipe de Orange-Nassau, Jonckheer van Amsberg, falleció esta mañana a los 44 años en el Palacio Huis Ten Bosh de La Haya.
El príncipe Friso falleció por las complicaciones y los daños ocasionados en el cerebro por la falta de oxígeno en su accidente de esquí  el 17 de febrero de 2012 en Lech, Austria"

Este escueto comunicado, emitido por la casa de SM Guillermo Alejandro,  Rey de Los Países Bajos, comunicó al mundo la mala nueva: El Príncipe Friso, incapaz de remontar las gravísimas secuelas del accidente de esquí que sufriera hace poco más de un año, había dejado de existir este lunes 12 de agosto en la mañana, de forma prácticamente inesperada.  Tenía  44 años de edad.
Segundo de los hijos de SAR Beatriz, Princesa de los Países Bajos, (entonces Reina)  nació en Utrecht el 25 de septiembre de 1968, recibió el nombre de Johan Friso Bernhard Christiaan David de Orange Nassau, tratamiento de Alteza Real,  los títulos de Duque de Orange, Señor de Amberg,  Príncipe de los Países Bajos y ocupó hasta 2004,  el segundo lugar en la línea de sucesión al trono de los Países Bajos.
Intrépido y experimentado deportista, el Príncipe Friso como se le conocía coloquialmente, era un asiduo visitante de las pistas de esquí europeas, en especial la estación invernal de Lecht, en Austria, terreno que por conocer bastante bien gustaba desafiar. El 17 de febrero de 2012, mientras estaba con un amigo esquiando en una pista que no estaba delimitada, quedó atrapado bajo la nieve de una avalancha por espacio de 20 minutos, durante los cuales el cerebro dejó de recibir oxigeno produciendo daños irreversibles.  Aunque fue rescatado con vida y trasladado con la urgencia del caso al Hospital Universitario de Innsbruk,  allí se comprobó que había caído en un estado de coma profundo.  Poco después,  fue trasladado al Hospital Wellington de Londres, ciudad en la que residía junto a su familia y que está considerado  uno de los más avanzados del mundo para el tratamiento de ese tipo de lesiones. Aun así, se albergaban muy pocas esperanzas. En noviembre de ese año mostró signos de un muy débil estado de conciencia  del que no evolucionó desde entonces.
Su situación no dejó indiferentes a los holandeses, país en el que existen leyes muy estrictas sobre tratamientos de largo tiempo a enfermos terminales crónicos y en el que la eutanasia está legalmente permitida.  Algunos diarios se hicieron eco de lo que parecía ser la opinión de muchos: ¿Hasta cuándo era válido esperar por un milagro?  Tal vez,  eso haya tenido algo que ver con la decisión de la familia del Príncipe de trasladarlo al Palacio Huis Ten Bosh de La Haya, donde reside temporalmente su madre,  después de su reciente abdicación al trono.  Fue allí donde se presentaron las complicaciones médicas que no pudieron ser resueltas por el equipo de profesionales que le atendían 24 horas al día.
Un poco díscolo, totalmente desinteresado del asunto monárquico y la rigidez protocolar en la que había nacido, e hijo favorito de la Reina Beatriz, Joann Friso amaba los deportes de riesgo y era un entusiasta admirador de todo lo aeronáutico,  al extremo de estudiar y graduarse de Ingeniero Mecánico en la Universidad de Berkeley,  con especializaciones en el tema automotor y aéreo por la Universidad de Deft de La Haya y obtener más tarde  un doctorado en Economía por la Universidad Erasmo de Róterdam.
En el año 2004 protagonizó un sonado escándalo al enamorarse de una plebeya llamada Mabel Wisse Smit, en cuyo pasado figuraba una relación poco clara con un conocido narcotraficante holandés y algunas acusaciones de negocios turbios.  A pesar de la oposición tenaz de su familia, del parlamento y de todos los poderes, el príncipe renunció a sus derechos dinásticos (aunque conservó el tratamiento de Alteza Real y los títulos de Príncipe de Orange Nassau, Duque de Orange y señor de Amsberg)  para llevar adelante sus planes de boda, que se realizaron finalmente, con asistencia de todos los miembros de la Familia Real,  en la Iglesia vieja de Deft  el 24 de abril de 2004. De ese matrimonio nacieron dos hijas,  las condesas Luana y Zaria de Orange-Nassau, señoras de Amsberg.  Su esposa recibe el tratamiento de Su Alteza Real la Princesa Mabel Martina de Orange-Nassau, Condesa de Orange-Nassau y Señora de Amsberg; títulos que conservará, como viuda del príncipe, hasta que vuelva a contraer matrimonio, si lo hiciera.
Para el momento de su accidente, el príncipe era director financiero de la empresa británica Urenco, especialista en el enriquecimiento de uranio y residía, sin hacer casi ninguna vida oficial, en Londres, Reino Unido.
La Casa del Rey ha anunciado que al no pertenecer a la Casa Real, debido a su abdicación voluntaria, sus funerales serán un evento estrictamente privado, que se realizará el próximo viernes 16 de agosto a mediodía,  en la pequeña iglesia junto al cementerio de Lage Vuursche,  muy cerca del Castillo de Drakensteyn, (Baarn) donde residirá su madre a partir de finales de este año.  No podrá ser sepultado en la cripta familiar que se encuentra en  la Iglesia Nueva de Delft,  debido a que ese honor se reserva exclusivamente a los miembros de la Casa Real y no solo de la familia.
Aunque la ceremonia del viernes estará reservada sólo a los más allegados, antes de que termine el año,  la familia real organizará otra homilía conmemorativa abierta al público para que los holandeses que lo deseen puedan rendir homenaje a la memoria del joven Príncipe fallecido.