sábado, 24 de mayo de 2014

Castillo de Ciergnon



El Castillo de Ciergnon ha sido usado como residencia de verano de la monarquía belga desde que fue construido por el rey Leopoldo II en tierras compradas por el rey Leopoldo I para agradar a su esposa la reina María Luisa. Era en principio un coto de caza, el cual se derribó para dar paso al castillo tal como se conoce actualmente.
Durante la segunda Guerra Mundial, Ciergnon fue frecuente residencia de los príncipes Balduino y Alberto, antes de que la familia fuera obligada a abandonar Bélgica por los ejércitos aliados en 1944.  En 1948, se construyeron algunas ampliaciones a cargo del Príncipe Regente Charles y, desde entonces, se ha convertido en el sitio vacacional favorito (y refugio)  de todos los miembros de la familia real. Ha sido testigo de numerosos eventos fundamentales para el crecimiento de la familia: allí fue presentada a la prensa la reina Fabiola, después de comprometerse en matrimonio con el rey Balduino en 1960 y en su pequeña capilla han recibido las aguas bautismales todos los hijos de los actuales reyes Felipe y Matilde.
El Castillo de Ciergnon, una hermosa edificación de piedra gris  con cuatro picudas torres en las esquinas, es en realidad (continua siéndolo) un coto de caza, está hundido en el espeso bosque de las Ardenas, cubierto por frías nieblas, en la localidad belga de Houyet a  unos 100 kilómetros de distancia de la capital belga. Pertenece a los fondos de la corona y es, actualmente, uno de los lugares favoritos de los reyes Alberto y Paola, tras su abdicación, al punto de convertirse en su segunda residencia.

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