jueves, 28 de abril de 2011

Nos vamos de boda


Después de varias semanas adosado a la revista Hola y su espacio virtual, tanto en inglés como español, finalmente ha llegado el momento de ir a la boda más comentada, más publicitada y más cara de los últimos tiempos. En pocas horas, el muy apuesto hijo mayor de los Príncipes de Gales - un niño que conocimos desde su primer bostezo en brazos de su madre inolvidable - se convertirá en el marido oficial de la señorita Kate Middleton, quien desde mañana mismo, borrará su diminutivo y pasará a ser la Princesa Catherine de Gales, un título que todavía no entiendo por qué se lo están acomodando, pues oficialmente su marido no lo ostenta, aún.
Debe ser culpa de la globalización, pero yo me siento tan invitado como los Beckham y  creo que si me fuerzan un poquito, me visto de frac para sentarme frente al televisor, a “vivirlo en directo”. Tengo varias apuestas, una de ellas es el color que escogerá la Reina Isabel para aparecer por Westminter y cuantos segundos de caridad le dedicará la televisión británica a la Sra Carole Middleton, madre de la novia y única no-protagonista-mama-de-novia que conoceremos (lo cual no deja de ser una lástima, pues es mucho mas guapa que muchas de las reales damas). Por lo demás, el traje de novia me da curiosidad, pero es imposible que sea feo y me asusta un poco pensar que la Reina Sofía de España se encarame un sombrero, porque le quedan horribles.
El sarao, de todas formas ya comenzó y HOLA.COM (quien más?) enseñó las primeras fotitos de las testas coronadas y sus plebeyas, llegando a la cena de gala que ofrecieron los abuelos del novio. La verdad es que me pareció que destacaron los herederos españoles- la nieta del taxista se veía regia – y los griegos, que como siempre sobresalen en todo, eran un manual de elegancia real. Margarita de Dinamarca que es tan divertida, le sacó provecho a su disfraz acomodándole muy buenas joyas y la cubana que llegó a Luxemburgo, se levantó un archiduque y terminó coronada, por primera vez en toda su vida, acertó en el acomodo.
A las tres de la mañana estaré pegado a la tele para verlo todo y prometo el cuento. Por ahora la seriedad y la testosterona andan de viaje, todo lo demás se va de bodas y lo hace feliz, porque estos novios merecen buena suerte. Todas las otras cosas, las tienen.

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