sábado, 30 de abril de 2011

Ha llegado Su Majestad



Su Majestad, Isabel Segunda, por la Gracia de Dios, del Reino Unido de la Gran Bretaña y de Irlanda del Norte y de sus otros Reinos y Territorios Reina, Jefa de la Mancomunidad de Naciones y Defensora de la Fe; llegó a la Abadía de Westminter a bordo de un Rolls Royce negro, acompañada por su esposo Felipe, Duque de Edimburgo a las 11: 47 de la mañana y fue saludada por la Marcha de Los Pájaros de Charles Hubert Hastings Parry. Fue uno de los grandes momentos de la mañana, entre otras cosas, porque con su llegada, la ceremonia estaría por empezar. Pero, también porque, a pesar de todas las cosas en las que La Reina haya podido fallarle a sus súbditos, estos siguen viendo en ella a una persona cercana a sus afectos,  una especie de líder espiritual para una nación que no conoce otra forma de vida y necesita la monarquía para verse en ella.
Vestía un magnifico abrigo de color amarillo brillante, sombrero de copa alta en el mismo color, un impresionante broche de oro y diamantes en el costado derecho y un collar de dos vueltas de oro, zapatos de tacón bajo en color marfil, su distintiva cartera de asas en el mismo color de los zapatos y guantes de color marfil.  Creo que las redes sociales reventaron en ese momento; el color amarillo es considerado de mal augurio en muchos países e incluso se consideraba color de luto en la antigüedad;  Su Majestad demostró, una vez más que sus actos son incontestables, así sean estos tan  simples como la  elección de un color para vestir. Isabel II está más allá del bien y del mal y esa mañana lo demostró como pocas veces.
Adentro, Guillermo espera ansioso a Kate que viene en camino.  Dos mil millones de personas alrededor del mundo la  esperan para dar inicio a la ceremonia.

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