jueves, 10 de julio de 2014

Felipe VI, Rey de España


Se dice que es el heredero que llega al trono con la más exquisita formación personal e intelectual, siendo por lo tanto, el rey en estreno de quien se tienen las mayores expectativas.  En los momentos siguientes a su proclamación como Rey de España, la popularidad personal del apuesto príncipe heredero, rozaba un nada despreciable 47% una cifra histórica si se considera que España, como ningún otro de sus vecinos europeos, está navegando desde hace tiempo las difíciles aguas de la división entre republicanos y monárquicos; tema que posiblemente haya influido notablemente en la abdicación de su padre SM Juan Carlos I de Borbón y Borbón; en un empeño por darle una cara nueva y un impulso definitivo de renovación a la institución monárquica.
Nacido como Felipe Juan Pablo Alfonso de Todos los Santos de Borbón y Grecia, el 30 de enero de 1968, en la clínica de Nuestra Señora de Loreto, de Madrid es, posiblemente el más “sangre azul” de todos los príncipes azules europeos y aquel cuyo pedigrí es completamente impoluto. Es hijo de SM Juan Carlos de Borbón y Borbón, lo que por ese lado lo convierte en nieto de Don Juan de Borbón y Battenberg y de Doña María de las Mercedes de Borbón y Borbón Dos Sicilias, quienes a su vez eran hijos del rey Alfonso XIII y de la Reina Victoria Eugenia, descendientes de las nobilísimas casas de Borbón en Francia y España y de los mismísimos Reyes Católicos. Su madre, SM la Reina Sofía de Borbón, nacida princesa de Grecia y Dinamarca  es hija de los reyes Pablo y Federica de Grecia, por cuyo lado se emparenta con las casas reales Alemana,  Rusa e Inglesa. En su árbol genealógico puede encontrarse de igual modo la sangre de Carlos V, Isabel La Católica o los malogrados Zares de Rusia. Proviene, además, de una rama familiar en la que ha entrado muy poca sangre “plebeya” aunque el mismo no haya hecho nada por mantenerlo en su descendencia.
Es, sin duda alguna, también uno de los más apuestos, cercanos y elegantes miembros de la realeza europea y su entrada con pie firme a la jefatura de estado Española ha estado precedida de serias negociaciones que garantizan no solo su ascensión al trono, sino también (quizás lo más importante) el aseguramiento del orden constitucional y su respaldo inquebrantable al régimen parlamentario que rige los destinos del reino.
Fue educado para eso:  Desde que cursara sus estudios en el afamado Colegio de Santa María de los Rosales de Madrid donde estudio Preescolar, Educación General Básica y Bachillerato Unificado Polivalente, sin mayores prebendas ni diferencias respecto a sus compañeros “normales” fue así como empezó su andadura al trono.  Recibió clases de Inglés y Francés (lenguas que domina, al igual que el catalán) y al finalizar la educación secundaria, se incorporo al Lakefield College School de Toronto, en Canadá, donde realizó el equivalente al Curso de Orientación Universitaria (COU) graduándose con honores en 1985, año en que regresa a España para comenzar una dedicada instrucción militar:  la Academia General Militar de Zaragoza, la Escuela Naval Militar de Marín, la Academia General del Aire de San Javier  y el buque escuela Juan Sebastián Elcano, fueron testigos de esa etapa de su formación.  Al momento de su proclamación como rey, ostentaba los rangos de teniente coronel del Cuerpo General de las Armas del Ejército de Tierra de Infantería, capitán de fragata del Cuerpo General de la Armada y teniente coronel del Cuerpo General del Ejército del Aire.
Fue ungido como heredero (hay quien piensa que “le fue escrito su destino”) el 30 de enero de 1986, a los 18 años, en un acto en el congreso de los Diputados en el que juró lealtad a la  Constitución de 1978 y a su padre el Rey, aceptando su papel como sucesor al trono. En el acto, el ya príncipe Felipe llevaba puesto un traje de civil y no su uniforme de cadete de la Academia Militar, a diferencia de su padre, que el 22 de noviembre de 1975 juró el cargo de monarca con su uniforme de Capitán General del Ejército.
Si algo destaca en la biografía del nuevo monarca español, es su aparente buen carácter, su cercana amabilidad y el enorme parecido a su madre, a la que adora. Es un hombre discreto, enemigo de los grandes fastos, poco dispendioso y  muy poco dado a protagonizar escándalos. Ha tenido, como no, sonadas aventuras amorosas (nadie ha olvidado su tórrido romance con una modelo alemana o su fallida historia de amor con una aristócrata española) y alguna que otra “metida de pata” muy leve; pero, en general exhibe una hoja de vida bastante limpia.  Parece ser amigo de la verdad y evitar las medias tintas. Tal vez nada habla mejor de su templanza y honestidad, que su matrimonio, producto del amor más puro, con una periodista asturiana sin una gota de “sangre azul” en su historia,  nieta de un taxista madrileño e hija de una enfermera de la sanidad pública: Letizia Ortiz Rocasolano.  Fue la mayor concesión a sí mismo y el acto más aplaudido de su ejercicio como príncipe heredero.  Fuentes cercanas a palacio revelan que, llegado el momento de hacerlo, emplazó a sus padres, estrictos defensores de la “pureza de las sangres reales” diciéndoles: “esto es lo que hay y no podrán hacerme cambiar de idea, es Letizia o nadie”
Se casaron el 22 de mayo de 2004 en la Catedral de la Almudena de Madrid. Ante la curiosa mirada de aristócratas,  jefes de Estado de diversas partes del mundo, miembros de todas las casas reales, herederos de grandes prestigios y grandes fortunas, personajes públicos de España y el extranjero y destacados intelectuales.  El 31 de octubre de 2005 a las 1:45 horas, la princesa Letizia dio a luz a una niña, la infanta Leonor, primogénita del entonces heredero del Trono y segunda en la línea sucesoria de la Corona española. El 29 de abril de 2007 nació su segunda hija, la infanta Sofía, que se convirtió en la tercera en la línea sucesoria a la Corona.
Destacado deportista, practica deportes como el squash y el esquí y es apasionado del deporte de vela, habiendo participado en numerosas competiciones de esa disciplina: en 1989 y 1990 su embarcación quedó primera en el campeonato de España en la clase Soling, ganando también la Copa España.  En 1990 quedó quinto en el campeonato del mundo de vela. Sus clasificaciones en el Campeonato Mundial le permitieron ser seleccionado el 27 de enero de 1992, para participar en los Juegos Olímpicos. El 15 de marzo de 1992, su embarcación logró la victoria en la Copa de España de Vela de clases olímpicas, asegurando su clasificación para las olimpiadas de Barcelona 1992 en la que fue el abanderado de la delegación española.
Su Católica Majestad Felipe VI de Borbón y Grecia, Rey de España fue proclamado en un solemne acto institucional de gran sencillez, el pasado 19 de junio de 2014. Es el inicio de una era completamente nueva para una monarquía que cuenta con el extraordinario logro de haber instaurado la vida civil y la democracia en una España ensangrentada por la terrible dictadura Franquista. Es tarea de SM Felipe VI, abrirle nuevos caminos a la modernidad y demostrar que los privilegios de casta se tienen para ponerlos a servicio de una nación y su desarrollo. No cabe duda que lo hará.

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